Como de otra forma no podría ser, en este blog no puede faltar una mención especial a la literatura. Sabemos que las nuevas tecnologías se están abriendo paso en la escuela y que son una herramienta magnífica para la educación. No obstante, no debemos dejar olvidados otros materiales y recursos que enriquecen la educación de nuestros alumnos como la LIJ o Literatura Infantil y Juvenil. Este tipo de literatura es un género de reciente consideración, ya que durante mucho tiempo se ha discutido acerca de si los libros infantiles podrían considerarse "literatura". Es en el siglo XIX, coincidiendo con la fijación de los cuentos populares, cuando se sitúa el inicio reconocido de dicha literatura lo que provoca la necesidad de seleccionar textos específicos.
Esta necesidad se tradujo en un canon literario que podemos definir como un conjunto de obras que se presentan como idóneas para formar literariamente. Las obras seleccionadas perfilan la formación del lector competente. Pero para poder establecer un canon se tiene que hacer un breve repaso en el área de la literatura infantil y juvenil. Espero que de este repaso podáis sacar obras para aplicar en clase.
- Los primeros relatos para niños los encontramos en la tradición oral (mitos y cuentos populares), aunque en su inicio no eran para niños. Un ejemplo lo encontramos en Giambattista Basile que fue en el siglo XVII el pionero que comenzó a recopilar cuentos como podemos observar en su obra Pentameron. Otro gran recopilador es el conocido Charles Perrault que en su obra Cuentos de la madre Oca inmortalizó cuentos que hoy en día todos los niños conocen.
- En el siglo XVIII en Inglaterra nace una nueva moda literaria: las novelas de aventuras. Esta moda surge con Robinson Crusoe de Daniel Defoe y la seguimos en otras obras como Los viajes de Gulliver de Jonathan Swift.
- Se diferenció la infancia de la vida adulta lo que supuso un gran avance en todos los campos relacionados con la infancia, ya que antes de esta diferenciación los niños eran considerados adultos en miniatura. Esto en la literatura se reflejó en libros como OliverTwist y David Copperfield de Charles Dickens que incluían a niños como protagonistas. Otra obra muy conocida de este último autor es Cuento de Navidad.
- A principios del siglo XIX se volvió a los cuentos populares de la mano de la fantasía como podemos observar en obras tan conocidas como: Cuentos de niños y del hogar de Los hermanos Grimm, Cuentos relatados a niños de Andersen y El cascanueces de Hoffman. En España conocemos a Fernán Caballero con obras como Mitología y Cuentos de encantamiento.
- En la segunda mitad del siglo XIX seguían destacando las noveles de aventuras de autores como: Robert Louis Stevenson (con La isla del tesoro, La flecha negra, Secuestrado y El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde), Joseph Rudyard Kipling (con El libro de la selva y Capitanes intrépidos), Walter Scott (con Ivanhoe y Rob Roy) y Alejandro Dumas con Los tres mosqueteros. Otro tipo de novelas de aventuras son las científicas como las obras del famoso autor Julio Verne: Cinco semanas en globo, Viaje al centro de la tierra, Los hijos del capitán Grant, Veinte mil leguas de viaje submarino y La vuelta al mundo en ochenta días.
- Estos años son considerados como "El siglo de oro" de la LIJ por las obras ya citadas y por las más innovadoras como: Alicia en el país de las maravillas de Lewis Carroll y Peter Pan y Wendy de James Matthew Barrie. Otro factor que tiñe a la LIJ de este siglo de color dorado es que la alfabetización dejó de ser exclusiva de las clases altas. Como consecuencia la pedagogía adquirió una nueva dimensión y surgieron libros como Las aventuras de Pinocho de Carlo Collodi, El maravilloso viaje de Nils Holgersson de Selma Lagërlof y algunas obras de Marc Twain con protagonistas infantiles (Las aventuras de Tom Sawyer, Las aventuras de Huckleberry Finn y El príncipe y el mendigo).
- Por otra parte, en la línea de la novela realista se resaltaron ciertos valores de las figuras femeninas como vemos en: Mujercitas de Louise May Alcott y La cabaña del tío Tom de Beecher Stowe. A principios del siglo XX comienzan a despuntar las novelas para niñas como: La casa de la pradera de Laura Ingalls Wilder, Heidi, años de viajes y aprendizajes y Heidi puede necesitar lo que ha aprendido de Johanna Spiry, Ana de las Tejas verdes de Lucy Maud Montgomery, El jardín secreto de Frances Hodgson Burnett y la serie de la niña Cecilia de Elena Fortún.
- En esta primera mitad del siglo XX surge la figura del antihéroe de la mano de Las aventuras de Guillermo de Richmal Crompton, así como también se incrementan el interés por las pandillas y los detectives como podemos observar en: Los buscadores de tesoros de Edith Nesbit, Emilio y los detectives de Erich Kästner y la colección sobre Los Cinco de Enid Blyton.
- Así mismo, también destacan varios escritores en la poesía infantil como son: Rubén Darío, Juana de Ibarborou, Nicolás Guillén, Gabriela Mistral y las escritoras españolas Elena Fortún y María Rodríguez con Poesía infantil y Canciones infantiles.
- Otras obras que podemos citar de esta primera mitad del siglo XX son: El Mago de Oz de Frank Baum, El pudding mágico de Norman Lindsay, Mary Poppins de P.L. Travers y algunas de las obras de Antonio Robles (Ocho cuentos de niñas y muñecas, Ocho cuentos de los juguetes vivos, Botón Rompetacones y La doble vuelta al mundo). Además de éstas, podemos decir que se presenció un regreso a las historias de animales en algunas obras como: Bambi de Félix Salten, Doctor Dolittle de Hugo Lofting, Historias de animales sin moraleja de Beatrix Potter, Winnie de Pooh de Alan Alexander Milne, El elefante Babar de Jean Brunhoff y Stuart Little de Elwyn Broks White.
- Tras la segunda guerra mundial no hubieron muchos cambios en la LIJ. Aparecieron series como Las crónicas de Narnia de C.S. Lewis y El señor de los anillos de J.R.R. Tolkien, además de obras que hoy en día son tan conocidas como El principito de Antoine de Saint Exupéry, Pippi Calzaslargas de Astrid Lindgren que defendía métodos antiautoritarios y Diario de Ana Frank con una clara tendencia política.
- Otro autor que no debemos olvidar por su crítica, su sátira y su atrevimiento es Roald Dahl que nos ofreció obras como Charlie y la fábrica de chocolate, Los gremlins, La maravillosa medicina de Jorge, Las brujas y Matilda.
- Surgió una polémica sobre fantasía contra realidad, la cual se reflejó en los libros de Michael Ende (Momo, Jim Botón y Lucas el maquinista y La historia interminable). Así mismo, algunos autores se propusieron renovar los géneros tradicionales desde una perspectiva antipedagógica y con una gran dosis de humor como podemos leer en algunas obras de Gianni Rodari (Cuentos por teléfono, El libro de los errores y Cuentos para jugar) y de Elena Walsh (Tutú Marambá, El reino del revés y Zoo loco).
- En este siglo, destacan algunas obras españolas como Las hadas de María Luisa Gefaell, Marcelino pan y vino de José María Sánchez Silva y Rastro de Dios de Monserrat del Almo.
Espero que este esquemático repaso por la LIJ no haya sido muy lioso y que incorporéis algunos de estos libros a vuestro abanico de opciones para trabajar lecturas en clase.
Os dejo una página donde podréis encontrar numerosas interesantes reseñas: